¿Qué son las PEP?

La sigla PEP hace referencia a las personas que están políticamente expuestas. Estas personas se destacan por tener cargos altos, influyentes e importantes, como puede llegar a ser un presidente de la nación, un vicepresidente, ministros y hasta directores de organizaciones internacionales como la ONU o UNICEF.

Debido a que estos oficios manejan distintos recursos y están tan involucrados en diferentes actividades que pueden afectar a muchas entidades, suelen estar más susceptibles a verse involucrados con el riesgo de lavado de activos.

Asimismo, esto no solo suele afectar a aquellas personas implicadas directamente, sino que, cualquier sujeto que esté asociado o haya trabajado mano a mano con dicho individuo puede verse afectado, ser considerado una amenaza e incluso ser agregado a la lista PEP.

Los niveles de una persona políticamente expuesta

• Nivel 1 – riesgo muy alto: Incluye a personas con puestos de altos mandos, así como representantes de organismos internacionales.
• Nivel 2 – riesgo alto: Personas que ocupan cargos de responsabilidad a nivel nacional, tales como funcionarios gubernamentales, líderes religiosos, legisladores o líderes de instituciones públicas o privadas.
• Nivel 3 – riesgo medio: Funcionarios que ocupan cargos en el ámbito estatal, incluyendo a aquellos que trabajan en diferentes niveles de gobierno.
• Nivel 4 – riesgo bajo: Personas que ejercen funciones en el ámbito local, tales como alcaldes, concejales, y otros representantes de gobierno a nivel municipal o comunitario.

¿Cómo saber si una persona está políticamente expuesta?

Una PEP puede llegar a pertenecer a alguna de estas ramas:

• Presidente, vicepresidente, jefes de gobierno, altos consejeros, ministros o viceministros.
• Diputados, miembros de la Cámara de Representantes, miembros del senado, o representantes de órganos legislativos.
• Embajadores, diplomáticos, cónsules.
• Jueces, abogados de renombre, magistrados y cargos superiores de la rama judicial y tribunal.
• Directores, ejecutivos o empresarios que pertenezcan a entidades grandes y sean el eje de la misma.
• Financieros, tesoreros o miembros clave de entidades bancarias.
• Militares, tenientes, o jefes de alto grado pertenecientes al ejército.

Cabe recordar que, si alguna de esas personas se retira del cargo o no ejerce nada similar durante un tiempo prudente, puede ser apartada de la lista PEP.

Asimismo, los familiares de estos individuos también son personas políticamente expuestas por la vulnerabilidad a la que se enfrentan.

Negocios que deben identificar a las personas políticamente expuestas

Hoy en día es importante que cualquier empresa que está haciendo vinculaciones tanto internas como externas, reconozca a las PEP, ya que de esto depende la reputación de la entidad

Además, esta actividad se vuelve obligatoria, ya que la empresa podría estar incurriendo en multas graves, lo cual puede desencadenar todo tipo de problemas legales.

Para que esto se garantice, hay organizaciones nacionales e internacionales que se encargan de auditar estas identificaciones, esto con el fin de evitar conductas indebidas que puedan poner en riesgo la lucha contra el lavado de activos u otro tipo de actividades fraudulentas como la financiación del terrorismo.

Así puedes realizar la debida diligencia de PEP

• Corroborar e intensificar la información personal: Ahonda lo necesario en cuanto a información que pueda a ser de gran utilidad a la hora de conocer al cliente y el riesgo que representa. ¡Infórmate!
• Conocer el procedente de los fondos: Estás en todo tu derecho de pedir información adicional que indique la fuente de los fondos de la persona.
• Monitorear con constancia: Es clave llevar una supervisión, desarrollar una estrategia e implementarla para que en un futuro no te lleves sorpresas.

No olvides que, llevar a cabo una investigación exhaustiva sobre las PEP solo te ayudará a mantener todo bajo control, informarte reduce las probabilidades de caer en delitos.

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