El Instituto Basel sobre Gobernanza (organización sin ánimo de lucro que desde 2012 clasifica a los países por su índice de riesgo de lavado de activos y financiación del terrorismo) ha publicado su informe anual y con agrado evidenciamos la gran mejoría de Colombia en esta materia. De 5.83 puntos en 2019, lo que dejaba al país en la posición número 43 en el ranking mundial de países en riesgo, hemos pasado al puesto 95 con 4.62 puntos, superando a países como Japón y Canadá, y ubicándonos entre los ocho países latinoamericanos con menor riesgo de hallar estas actividades ilícitas en nuestro territorio.
Los países que encabezan la lista de riesgo son Afganistán (8.16 puntos), Haití (8.15 puntos) y Birmania (7.86 puntos) y los que gozan de mejor posición son Estonia (2.36 puntos), Andorra (2.83 puntos) y Finlandia (2.97).
La preocupante posición en el ranking de 2019 fue quizá el detonante para que los actores del sistema en Colombia descubrieran que las políticas para combatir el LA/FT no estaban diseñadas a la medida de las necesidades. Así pues, se impulsó un modelo renovado y mucho más estratégico en las siguientes tres modalidades:
- Una red de cooperación nacional e internacional mucho más firme, integral y comunicativa.
- La apertura a nuevas tecnologías para optimizar y agilizar procesos.
- Actualización de las estrategias de prevención, detección, investigación y judicialización.
A principios del año, una comisión delegada del Fondo Monetario Internacional destacó la incansable lucha de Colombia en contra de estos delitos en avances como la Evaluación Nacional de Riesgo 2019, el que sería el primer paso en la renovación de la política pública para combatir el lavado de activos.
Esto es un espaldarazo que invita al país a no bajar la guardia, a seguir trabajando por la transparencia de su economía y, de esta manera, seguir estimulando la confianza inversionista en toda la región, la cual ha sido una de las principales consignas en las últimas décadas.