Control detectivo y preventivo

Los controles son políticas y procedimientos que realiza una empresa para garantizar que sus operaciones sean eficientes, eficaces y conformes a las leyes. Estos controles evitan fraudes, errores y otros riesgos que puedan afectar los activos de las empresas, por eso, se deben realizar de manera eficaz y responsable. 

Los dos controles internos fundamentales son los preventivos y los detectivos. Un sistema de control debe incluir ambos tipos, pues cada uno cumple una función distinta y son vitales para el éxito y la sostenibilidad. Igualmente, ayudan a garantizar que las empresas operen de forma responsable y que los estados financieros sean fiables y precisos. 

Ventajas de control interno

Disponer de control interno en una organización tiene varias ventajas, entre ellas, puede ayudar a detectar errores y fraudes, se fomenta la responsabilidad, precisión y fiabilidad en el desempeño del trabajo. Asimismo, esto permite la evaluación del rendimiento de los empleados y contribuye a mejorar la eficacia operativa de la empresa.

Tipos de control preventivo, detectivo y correctivo

La dirección de una empresa establece controles internos para identificar y prevenir posibles riesgos. No obstante, no se puede predecir los posibles retos, por lo que, la eficacia de los controles pueden verse afectadas por circunstancias aleatorias. Existen varios tipos de controles que toda organización debe realizar y son: controles preventivos, detectivos y correctivos. 

Controles preventivos

Los controles preventivos se realizan para reducir las probabilidades de posibles fraudes. Se centran en la separación de funciones y son parte integral de la gestión de calidad, porque implican una estrategia proactiva y así garantizar la calidad. Los siguientes son ejemplos de este tipo de control. 

• Separación de funciones
• Aprobación previa de acciones o transacciones, por ejemplo una autorización de un viaje
• Controles de acceso (autenticación de contraseñas)
• Control de activos físicos como lo son cajas fuertes para efectivo, cheques, entre otros
• Evaluaciones y formación de los empleados

Controles detectivos

Estos controles identifican errores o problemas que se pudieron presentar después de una transacción. Son esenciales para probar que estos controles funcionan correctamente y ofrecen la probabilidad de descubrir cualquier anomalía en el futuro. A continuación ejemplos de este tipo de controles:

• Conciliación mensual de las transacciones departamentales
• Comprobación de las diferencias inesperados entre el presupuesto y los resultados de la organización
• Recuento del inventario físico tal y como el efectivo o inventario de productos

Controles correctivos

Este tipo de control se activa luego de detectar un problema, con el objetivo de restablecer las operaciones normales y minimizar el daño. Los planes de respuesta a incidentes son ejemplos de cómo las empresas pueden abordar de gran manera las consecuencias en una brecha de seguridad o cualquier otra afectación. 

La importancia de estos controles son vitales por varias razones: protegen los activos de información contra amenazas internas y externas, aseguran la fiabilidad de la información, facilitan la adherencia a leyes y mejoran la gestión de recursos y procesos. Implementar estos controles puede enfrentar varios desafíos y para superarlos se requiere una estrategia que incluya  capacitación, comunicación efectiva y evaluaciones periódicamente. 

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Preguntas Frecuentes